Alex Pigem llevaba tiempo trabajando como educador social en un centro de menores. Todas las residentes eran chicas y entre otras actividades, organizaba talleres audiovisuales con ellas. En el día a día, había visto cómo la historia de la adolescente que se queda embarazada y su pareja desaparece del mapa se repetía una y otra vez. Hasta que, de pronto, un caso le llamó la atención. A Almudena, una de las chicas más activas de los talleres, su pareja, Alejandro, no sólo le apoyó en cuanto supo que iba a ser padre, sino que se quedó a su lado, dejó su deporte favorito -el boxeo- y apostó por formar una familia juntos en una pequeña casa okupa.
“Me llamó la atención y les propusimos rodar un documental abordando cómo es la paternidad en una familia tan joven, sobre todo desde el punto de vista del padre”, cuenta Pigem. De esta manera, comenzó un seguimiento audiovisual de ocho meses a Almudena, Alejandro y su bebé, que ha culminado en el documental Cuando seas padre comerás huevos. Una cinta que participa en la Sección Oficial del Festival de Málaga y que se estrena esta noche a las 22:00 en el Teatro Echegaray. La película está dirigida por el malagueño Jorge Peña, para el que esta película supone su tercera participación en el festival y el catalán Alex Pigem, primerizo tanto en la cita festivalera malagueña como en la paternidad: durante el rodaje, él también fue padre, “algo que ha influido mucho en el resultado final”, dice Peña.
El protagonista principal, Alejandro, es el pilar fundamental de la familia. Ha dejado el boxeo -deporte que practicaba desde pequeño- para buscar trabajo y es el apoyo principal de Almudena. Ella misma lo dice en el documental: “Él ha sido como mi padre, mi primo, mi tío, mi hermano, mi novio, mi mejor amigo… Todo para mí”. Y es el contrapunto ideal a la energía, rabia e idealismo de la joven. Basta un ejemplo para comprenderlo: Cuando en una escena de la película ambos andan discutiendo sobre las cuentas, el dinero, las dificultades de criar al pequeño o la imposibilidad de encontrar trabajo, ella, antes de echarse a llorar, le recrimina no enfadarse ni cabrearse. Él responde, tranquilo, pausado: “Si la vida es difícil, ¿Me voy a poner nervioso? ¿Para qué?”. Ambos se convierten así en unos Superhéroes de barrio, como la canción de Kiko Veneno, que participa también en el documental y que pone la banda sonora a la película
“No quisimos hacer una película sobre la crisis, pero el contexto es el que es. Esta es la realidad. Pero la vida sigue adelante”, subrayan los directores, que dejan un final absolutamente abierto, dejando al espectador sin saber hacia dónde caminará la pareja. “Es un final atrevido, pero que es como la vida de muchos de nosotros. Gente joven que no tenemos claro el futuro ni dónde acabaremos ante la situación que vivimos hoy día”, concluye Peña. Para el malagueño puede que ese futuro pase por Escocia, título del nuevo documental que ya está rodando en Barcelona y que se centra en la vida de una mujer con cáncer a la que no queda demasiada vida por delante. También, por desgracia, ésta es la realidad.