Los Astilleros Nereo ni están cerrados ni tienen intención de moverse de donde están. Un mensaje que ayer caló entre el público y el jurado del Festival de Cortometrajes de los Baños del Carmen. El encuentro del cine en pequeño formato premió anoche el documental ‘Nereo, madera viva’, un retrato actual de la empresa de la familia Sánchez Guitard que dirige Jorge Peña. La cinta se impuso a otras once participantes en la séptima edición de un certamen que destacó por la calidad y la variedad de los participantes. Alrededor de mil personas lo vivieron anoche en primera persona.
La cinta ganadora reivindica la conservación de los astilleros -que algunos abogan por retirar para continuar con el paseo marítimo de Pedregalejo- y muestra los trabajos que desempeña en la actualidad, como la reconstrucción de una embarcación fenicia. En la película hablan voces autorizadas como la del maestro carpintero Alfonso Sánchez Guitard o la de Miguel de la Cuadra Salcedo, que pide la declaración de la Unesco como Patrimonio de la Humanidad para ese lugar.
‘Nereo, madera viva’ se llevó el Premio Universidad de Málaga (institución patrocinadora del festival), dotado con 900 euros. Le acompañó en el segundo lugar del podio el corto ‘Sergei’, una producción de Javier R. Espinosa, Maro Espinosa y Mario Romero que en siete minutos consigue mezclar ingredientes del ‘thriller’, la comedia y un filme de acción. Con esta cinta, los tres amigos ponen en marcha la empresa audiovisual Asombra Films. Para empezar, ya cuentan con los 300 euros del segundo premio.
Por su parte, el público valoró la ironía y el toque malagueño de ‘Espeto de medianoche’, del realizador Jorge Agó. Poco más de tres minutos, con un solo actor frente a cámara, encierran humor, música y un mensaje: a veces el ser humano lo complica todo demasiado y no aprovecha las cosas naturales y sencillas de la vida. El galardón consiste en una beca para un curso de verano en la UMA y una orza de lomo en manteca del Bar Roper.
Sin premio se quedaron otros ocho cortometrajes, algunos de ellos de muy buena factura. Gustó el guión simple pero directo de ‘Yo me lo curro’; divirtió el ingenio del videoclip ‘No es faci mija’; emocionó la mirada histórica a la pared que separa el camping de la ciudad de ‘El muro’, y atrapó la mezcla de texto y expresión corporal de ‘Nomonse’.
Por último, la organización del certamen, la Asociación Cultural de Amigos del Balneario del Carmen, entregó el premio honorífico a un emocionado Jesús López, propietrio de El Pimpi Florida, por su pasión por el cine.
Durante el encuentro, la Asociación Cultural de Amigos del Balneario del Carmen hizo un año más un llamamiento a la conservación, defensa y protección de este «poético y decadente» rincón de la ciudad. «Esto pertenece a todos y no a quienes quieran adueñarse de este lugar, sean yupis o hippies», decía el manifiesto.